Beten

Hola a tod@s: Ya iba siendo hora de ponerme en contacto con todos
vosotr@s para informaros sobre los acontecimientos que se han ido
produciendo en estos últimos tiempos. No ha sido mi culpa el no poder
estar con vosotros con anterioridad, el dueño del ordenador no me ha
dejado ningún momento para poder poner mis patitas sobre el teclado. El
ordenador ha estado tan usado, llevado y traido, que ahora que he podido
ver las leclas, me he dado cuenta de que hay algunas que tienen brillo de
tanto manoseo (y no por mi parte precisamente), como siga dándole la
tralla que le ha dado hasta el día de hoy se van a borrar algunas
teclas. Pero vamos a lo que interesa. Hemos procedido a abrir la
piscina para lo cual he comprometido mi ayuda y así lo hicimos,
levantamos la lona, empezó a filtrar el agua y de paso a limpiar el
fondo, después de un invierno tan lluvioso había bastante porquería en
los fondos, el muy cazurro succionó toda la suciedad con la manguera sin
prestar atención a la acumulación que se estaba produciendo en la
bomba, resultado: La bomba se inutilizó y como ya todos conocereis las
artes de Isaac para emprender cualquier clase de reparación son en el
mejor de los casos infructuosas, para no llamar las cosas por su nombre,
en realidad es un verdadero inútil. Y mira que desde el borde le
indicaba que cogiera dos llaves para abrir la bomba de la piscina, que la
avería no era tan grave, pero Isaac sólo saber utilizar las llaves de
casa y a veces ni ésas. El caso es que estuvimos con la ola de calor
apretando y sin poder utilizar la piscina, para desesperación de las
perras y de mi mismo. Las perras porque les gusta entrar en la piscina y
refrescarse un poco, a mi, porque no hay mejor cosa que sentarse en el
borde de la piscina y poder aprovechar el fresquito que se siente. Allí
estábamos todos tirados por los suelos buscando un resquicio de
fresquito, la piscina con el agua color rana y con una floración de
algas considerable. Pasaron tres días, pero al final alguien vino a
arreglar la bomba, Isaac compró un algicida, y poco a poco el agua se
fue tornando más clara, para mayor deleite de todos los que habitamos la
casa de locos ésa. Las perras han podido entrar y refrescarse y yo me lo
paso en grande viendo como entran y salen, eso si, yo me quedo en la
orilla, tanta agua me hace estremecer hasta la punta de mi cola. Isaac
se enfadó mucho conmigo no hace mucho, y fue porque le estropee su
conexión a internet. Vereis, hay tres nuevos gatitos en casa, a veces
les invito a que jueguen conmigo dentro de casa, correr por encima del
sofá, por detrás, por encima de la mesa del comedor, por detrás de las
sillas, utilizar las plantas como árboles a los que trepar, claro está,
si nos subimos al sofá utilizamos las uñas para coger carrerilla y
saltar los unos sobre los otros, lo mismo ocurre por las cortinas, digo
yo ¿por qué no las hacen a pruebas de gatos?, ¿por qué no podemos
subirnos a ellas y columpiarnos sin dejar las marcas delatoras?. Lo de
las plantas no tenemos la culpa de que sean tan débiles, se les caen las
hojas con sólo mirarlas, nos reimos lo que nos da la gana viendo como
Isaac nos persigue cada vez que nos pilla sobre un poto enorme que tiene,
o mejor dicho, tenía, al final ha tomado la determinación de cerrar la
puerta del baño y no darnos acceso a la planta, estoy seguro que en
cuanto vuelva a recuperarse podremos volver a hacerle un buen corte de
pelo, perdón, de hojas. A los mininos les estoy enseñando el gran
placer que produce la lectura, por lo que les he enseñado a coger las
revistas que hay en el comedor y que se sienten comodamente a leerlas,
claro está, no las devuelven a su lugar de origen, por lo que cada pocas
horas tiene que venir Isaac a colocarlas de nuevo, una y otra vez, varias
veces al día, pero es que son unos irresponsables, y quién tiene la
culpa de todo, ¿quién?. Pues claro, el hermano mayor, osea YO, el
gatito bueno y considerado, preocupado por el futuro de sus hermanitos,
preocupado de que no sean unos ignorantes, y m
ira cómo se me agradece, con constantes regañinas. El caso es que en
unos de nuestros juegos tiramos el aparato de teléfono y el router wi-fi
de su ubicación, pero fue sin querer, le pedimos perdón, pero nada de
nada, me ha amenazado con dejarme sin vacaciones y sin ir con el, las
perras y la caravana a descubrir nuevos sitios. Estoy compungido a más
no poder, creo que es un tirano y voy a poner el caso en manos de
Amnistia Internacional, para que escriban cartas cortesmente redactadas
para que no me impidan el libre ejercicio de mis vacaciones. Quiero ir,
porque anda pensando en ir a Galicia, ¿me quedaré sin poder hincarle
mis dientes a una sardina recién asada?, ¿una tapa de pulpo a feira?,
¿unas gambas?. No, no y NO, me niego a quedarme en los secarrales de
Castilla la Mancha. Mira que estoy portándome bien, mira que le doy
besos y más besos, pero ni por esas. El router ya lo tiene habilitado
nuevamente y les estoy dando clases de buenas maneras a los gatitos, éso
delante de el, en cuanto se da la vuelta ya la estoy liando parda y
encima con ayuda extra. Me uno a la revolución del 15 M, quiero más
latas de comida húmeda, mayor zona de juegos, que haya un servicio por
habitación y no tener que andar corriendo cuando me aprieta la vejiga al
único que hay en la cocina, nuevas cortinas para poderlas "adornar" a mi
gusto. Y ya me iré pensando que más pido, porque como me deje sin
vacaciones puede que cuando regrese la casa no la reconozca ni el
arquitecto que la parió.
Besitos marramiaus para tod@s, Beten.